El comportamiento de los jóvenes en la conducción
No todos los jóvenes conducen de la misma forma, y mucho menos tienen la misma actitud al volante. Sin embargo, unas costumbres de ocio extendidas relacionadas con la conducción nocturna o el consumo de alcohol, entre otras, pueden ser factores de riesgo cuando conducen.
Los accidentes de tráfico son la primera causa de mortalidad entre los jóvenes. Una de cada cuatro víctimas de accidentes de tráfico registrada en España es menor de 25 años.
Los conductores entre los 15 y los 24 años pagan un precio altísimo en los accidentes de circulación. Ello obedece a la combinación de varios factores desfavorables: una experiencia de conducción insuficiente, una afición al riesgo más acusada o una actitud menos respetuosa para las normas de circulación. Otros factores como cansancio, conducción nocturna, uso de sustancias psicotrópicas y el consumo de alcohol o comportamiento en grupo, han contribuido a que los accidentes de tráfico de noche de fin de semana, en algunos países de la Unión Europea, se hayan convertido en las primera causa de mortalidad juvenil.
Por tanto, los accidentes de tráfico son la primera causa de muerte y de lesiones graves entre los jóvenes de éste rango. Hay que tener presente que éste colectivo representa el 10% de los conductores, y sufre el 20% de los accidentes de tráfico.
Según un estudio realizado por Fundación Mapfre, el 73% de los jóvenes considera que cometer imprudencias es inevitable, lo que implica que no se sienten responsables de sus posibles imprudencias y sus consecuencias. Para ellos, la responsabilidad de conducir de forma segura, no es percibida como un deber propio.
Tal vez, de entre todos los factores que inciden en mayor medida sobre la accidentalidad de los jóvenes, esté la falta de experiencia en la conducción. Los jóvenes por regla general, no ven la actividad de conducir como peligrosa, a la vez que confían en exceso de su capacidad para controlar el vehículo en cualquier situación, por lo que arriesgan mucho más. Según el estudio, los jóvenes consideran que son igual de buenos, incluso mejores que la mayoría de los conductores por lo que no son conscientes de que deben mejorar aspectos de su conducción, y tienden a pensar que los demás son quienes deben mejorar.
En el caso de los jóvenes, tiene gran importancia la accidentalidad asociada al uso de los ciclomotores y las motocicletas, y ello debido en gran parte al incumplimiento de las normas de seguridad fundamentales, el uso del casco, entre otras.
En el caso de los conductores de motocicletas, el llevar ropa visible y adecuada, y a ser posible con elementos reflectantes, circular siempre con el casco y la luz de cruce encendida, así como señalizar las maniobras con la debida antelación, son algunas medidas que pueden contribuir de forma eficaz y directa a su seguridad. Algunas de las medidas mencionadas ya esta contemplada como norma obligatoria de cumplimiento, sin embargo, se debe supervisar más allá, pues son medidas para salvar vidas.
FUENTE: www.seguridad-vial.net